El seguimiento del coma de Schumacher está cargadísimo de especulaciones
Es lógico que ante el silencio que hay entorno a la evolución de Michael Schumacher se genere mucha expectación. Y en consecuencia los medios tienen prisa en ofrecer información aunque no la haya.
Ayer hizo un mes del accidente del piloto y Josep Pedrerol bastante al inicio de 'Jugones' advertía: "¿Cuál es la última hora? Sigue en coma. Conocemos más detalles".
Pero la última hora es que no hay última hora. El último parte médico tiene fecha del 6 de enero y desde entonces sólo su mánager, el día 17, comunicó que Schumacher seguía estable y que cualquier información que no proviniera de los médicos del piloto era "pura especulación". Aún así un vídeo nos volvía a explicar los últimos datos ya revelados hacía semanas. Después la voz en off admitía: "Es todo lo que conocemos puesto que la familia y los médicos no quieren dar más detalles". Pero aún así se dispusieron a hacer lo que decía la mánager: especular.
Con la información del parte del 6 de enero consultaron a un neurocirujano que, en base a su experiencia, ofreció su parecer. Que si puede tener problemas respiratorios y de encamamiento, que si esto puede poner en peligro su vida, que si se puede ver afectada el habla, o que si es en el temporal será la comprensión… Pura especulación ante un Pedrerol que prometía inicialmente la última hora y más detalles.
Lógicamente un médico experto puede adelantar acontecimientos pero me pregunto hasta qué punto es ético o honrado hacerlo. ¿Se haría lo mismo con un piloto español pensando que los vaticinios televisivos pueden molestar a la familia del afectado? ¿O es más fácil con un extranjero porque, total, ellos no se enteran? ¿Se seguirá el mismo procedimiento con otras enfermedades? ¿Ante un hipotético cáncer de un deportista se especulará de la misma manera con un oncólogo sobre lo que le depara la enfermedad?
Ayer al mediodía, la última hora y los detalles es que no existían: ni última hora ni detalles. La efeméride acaba sirviendo para recuperar la historia,profundizar en un drama médico especulativo y crear sensación de novedad. Ya se sabe que la desgracia vende
