Es un debate a largo plazo pero tarde o temprano llegará. Hay cosas en la vida que son como la ley de la gravedad formulada por nuestro antepasado Newton. El pacificador Ancelotti es el presente cercano, su luz se mantendrá en función de los resultados y ahora estamos en la fase de exámenes. Lo de Carlo tendrá más o menos vida, pero el futuro tiene nombres propios escritos. Es necesario para el Real Madrid adelantarse a lo que vendrá y quizás el “visionario” Florentino pueda recuperar el primer slogan que lanzó cuando solo quería ser presidente y no emperador. Podríamos pasar del “Zidanes y Pavones” al “Zidanes y Micheles” que es una versión más de banquillo que de césped. En el fondo es lo mismo que se vendía en el anterior “claim”, la mezcla de grandes estrellas con destacados canteranos para seguir haciendo grande a un club que goza de todo el prestigio internacional y que en algún momento le arrebato el portugués errante.
Nos pasamos la vida enfrentando o comparando a los futbolistas: Messi o Cristiano, Casillas o Diego López, Di María o Isco, Benzema o Morata, Pedro o Neymar. Somos muy radicales en esto del fútbol. A mí me parece que el equilibrio y la razón están en aprovechar todo lo que es bueno y por tanto no se trata de elegir entre uno y otro para dirigir al Real Madrid en un futuro no muy lejano. Zidane se está preparando bajo la protección del presidente y por lo visto este año, parece que le gusta el banquillo. Se le ve intenso y feliz al lado de Ancelotti, muy participativo y cercano al técnico. Los jugadores le quieren y confían en él, en especial los que van a ser el futuro del club como Jesé y las estrellas, en especial su compatriota Benzema, saben que por experiencia es un buen apoyo. Hay pocos porteros que se hayan sentado en el banquillo, quizás porque ven el futbol desde otro punto de vista, Zidane por su posición en el campo cuando fue jugador promete espectáculo, toque y diversión.
Miguel González, “Michel”, lleva acumulando experiencia varios años y ahora suma títulos: Supercopa, Copa y desde hace unas horas la Liga griega. Se puede pedir más, lo veremos en la Champions esta semana, pero como tarjeta de visita no parece mala. El madrileño tiene además el pedigrí blanco que le impide entrenar a otro equipo en España y que le otorga el carnet de adecuado para sentarse en el Bernabéu. Decir que Michel puede ser el Guardiola del Real Madrid no parece ninguna locura, ni debe molestar a nadie. El tiempo siempre es un juez inalterable en nuestro destino. Escribí hace ya unos meses que el técnico de Olimpiacos estaba “haciendo hoy lo que le acerca al lugar en el que quiere estar mañana”. El Real Madrid tiene suerte con alguno de sus ex jugadores, son gente especial que ama el futbol, lo viven con pasión pero siguen fieles a un club que les dio todo lo que ahora pueden disfrutar.
¿Debemos elegir entre Zidane o Michel para ser el futuro entrenador del Real Madrid? Mi respuesta es muy sencilla y se contesta con otra pregunta ¿Por qué tenemos que descartar a uno? Tener a los mejores siempre es una suerte, no seamos tan necios de restar en lugar de sumar. Aclaro que este artículo no es el principio de una serie para conseguir que Michel sea entrenador del Real Madrid. Es solo mi opinión.
