Después de un par de meses de tanteo, de experimentar con sistemas y posición de futbolistas, Ancelotti ha entregado su futuro y el de su plantilla al sistema que más alegrías le ha dado a lo largo de la temporada:4-3-3. Es evidente que desde que el italiano ha escogido esta opción el equipo sufre menos atrás, se hace más corto en el campo y no se rompe casi nunca. Sigue teniendo la misma pegada-o más- que antes pero parece más seguro e inexpugnable que nunca atrás.
El daño colateral más claro de esta elección es el ostracismo en el que ha caído Isco. El malagueño ha perdido el sitio de actor principal con el que comenzó la temporada y su papel ha quedado para momentos concretos de partidos prácticamente decididos. El Bernabéu, que entiende más de talento que de sistemas, le dedicó una gran ovación ante el Elche como premio a su gol y a media hora de fútbol de calidad.
A Isco le penaliza este esquema porque le falta recorrido y físico para jugar en el medio y de falso delantero pierde dos de sus mejores cualidades: el último pase y la asociación. Entiendo que para partidos duros, fundamentalmente fuera de casa y ante los mejores rivales del continente Ancelotti pueda tener dudas y piense más en el equilibrio que en la calidad, pero para jugar ante el Elche (y 17 equipos más de Primera) en el Bernabéu no creo que poner a Isco en el centro del campo sea arriesgar en exceso. Dicho de otro modo: el entrenador se ha preocupado mucho por encontrar acomodo en el once a otros compañeros como Di María y a Isco le ha privado de la titularidad con la excusa del dichoso equilibrio. El argentino se está saliendo y la apuesta le ha salido cara al italiano, pero eso no quiere decir que con Isco en el campo el equipo no hubiera tenido la misma cantidad de victorias. Si el Barcelona ha dominado el fútbol mundial con un centro del campo formado por Busquets, Xavi e Iniesta, no entiendo porqué el Madrid no puede jugar un cerro de partidos con Alonso, Modric e Isco, por poner un ejemplo fácil de llevar a la práctica.
Defender es cuestión de voluntad, solidaridad y despliegue físico, pero el talento es un don solo al alcance de los diferentes. Los esquemas y el rigor táctico son están muy bien y hay que trabajarlos, pero todo suele salir mejor cuando en el campo están los que mejor juegan...Y estoy convencido de que Isco es de los mejores.
