Era un tipo especial, un tipo diferente. Los que lo conocían, hablaban maravillas de él, y dicen que en su entorno escondía su carácter y dejaba salir al Luis amigo, al Luis que contaba chistes, al Luis encantador.
Su corazón siempre fue del Atleti. En el gran rival no lo quisieron (y bien que se arrepintieron tantas veces) y se entregó a la causa rojiblanca, en un equipo, que como el actual, era capaz de presentar batalla con la mitad de presupuesto y sin las ayudas de que disfrutaban sus vecinos.
En mi memoria aparecen retazos de mi pasado .Aquella final en Heysel, aquel empate fuera de tiempo del Bayern que condujo a una repetición sin historia, porque la verdadera historia se había roto, trágicamente, en el minuto 122, aquel disgusto de tantos que ese dia llevábamos ese escudo prestado, aquella injusticia que Luis no podrá ver jamas vengada.
Y aquella temporada en el banquillo azulgrana, cuando pudo haber hecho un poco de historia culé pero se puso del lado de los jugadores en el tristemente famoso “Motín del Hesperia”. A pesar de todo,logró una Copa de España que nos hizo muy felices. En esa época en la que, ganar una Copa de vez en cuando, nos hacia festejarlo en Canaletas, y nos permitía soñar en un nuevo “aquest any, si” que acababa absorbido en el mar de una nueva temporada nefasta.
Era un tipo especial. A veces agresivo, y a veces entrañable, a veces socarrón y otras huraño. El único capaz de sentar a Raúl y de no convocarlo para una Eurocopa, y de ganarla por primera vez en la época moderna. De acabar definitivamente con aquella “furia española” que nos daba victorias en fases previas pero que no nos permitía pasar nunca de cuartos y apostar por un fútbol diferente, moderno,actual.
Muchos madridistas hasta ayer mismo, no le habían perdonado la afrenta de ganar sin el icono blanco, de ganar con este estilo, y algunos pseudo periodistas, obligados por su bufanda, se lanzaban noche tras noche a su yugular, buscando excusas para el ataque, la calumnia,el insulto gratuito.
Algunos de estos, los que le acusaron de racista por un comentario fuera de contexto, hoy o mañana escribirán una elegía y se disfrazaran de plañideras, o lo que es peor, de periodistas independientes, para echar tierra sobre lo que dijeron entonces.
Este año, me imagino a Luis disfrutando con su equipo, emocionándose(partido a partido, eso sí) con una liga que hace años que se les resiste, o tal vez soñando con una final de Champions entre los suyos y el Bayern de su amigo Pep.
Pero se nos ha ido. Se lleva su carácter, complicado, sus desplantes a esa prensa que le perseguía, su increíble capacidad de trabajo y su forma de ser tan peculiar.
Hoy, muchos jugadores, muchos aficionados de diferentes equipos, y la mayoria de la familia rojiblanca, nos sentimos un poco mas tristes, un poco más huérfanos.
Echaremos de menos sus salidas de tono, nos recordarán los del "sexador de pollos" y lo del "culo pelao" y recordaremos a aquel maestro que transformó a España en "La Roja" y aquella furia perdedora en un equipo ganador. Se nos ha ido alguien muy grande.
D.E.P.
