La agencia de comunicación encargada de organizar uno de los numerosos actos publicitarios que tiene en su agenda Iker Casillas propuso que los aficionados que quisieran hacerle una pregunta al capitán del Real Madrid y de España lo hiciesen vía twitter. El resultado fue repugnante. Daba vergüenza ajena ver los comentarios que le dedicaron estos presuntos aficionados madridistas al mejor portero de la historia del club y del fútbol español. La crítica es admisible; el comentario socarrón y con cierta ironía también. Pero el anonimato de la red facilita para los descerebrados el insulto cobarde y la falta de respeto permanente. Y es, además de muy triste, inadmisible. Pudieron utilizar la oportunidad para intentar buscar alguna respuesta a sus preguntas, para saciar su curiosidad como "aficionados" al Madrid..pero tiraron por la borda la ocasión de una manera lamentable. Y encima se vanaglorian de ello.
Casillas, con buen criterio ante la que se había montado, decidió no hacer más ruido y no contestó a ninguna de las barbaridades que le llegaron en mensajes cargados de bilis y mala ortografía. Los pocos que preguntaron con educación e inteligencia se quedaron sin su respuesta por eso de pagar justos por pecadores, pero es que no cabía otra solución.
Mourinho y sus secuaces, amparados por el silencio institucional del club que no salió al corte cuando fue su obligación, han logrado que un grupo residual se haya tragado todas las difamaciones que el entrenador portugués y su "troupé" dejaron como única herencia en el entorno más radical del club. Repito que es un grupo residual y nada representativo, pero que utiliza la fuerza de las nuevas tecnologías para creerse mucho más de lo que son.
Porque estoy firmemente convencido de que el madridismo es exigente con Casillas; seguro que habrá aficionados blancos que tienen algo que reprocharle porque nadie es perfecto. Habrá muchos que piensen que es justo que sea suplente porque les gusta más Diego López y otros podrán considerar que su tiempo en el club ha pasado.Todo cabe y es comprensible porque el fútbol no es una ciencia exacta y todos llevamos un entrenador dentro. Pero me niego a pensar que los que malgastan su tiempo insultando, vilipendiando e intentando ensuciar el nombre del mayor emblema en activo del Real Madrid sean buenos madridista. Y ahora, que sigan insultando.
