El azulgrana no ha marcado nunca en el Bernabéu, donde le falta un partido grande
Autor del gol más importante de la selección en la final del Mundial y de uno de los más festejados en el Barça, contra el Chelsea en Stamford Bridge, a Andrés Iniesta le falta una foto en el Bernabéu. Algo de lo que es consciente, una factura por cobrar, porque no se quiere retirar sin ese premio aunque prefiera no darle muchas vueltas en público. Vuelve el Barcelona este domingo a Chamartín y a Iniesta se le plantea una nueva oportunidad, en un clásico que decide el devenir de la Liga, sobre todo si el club azulgrana pierde, ya a cuatro puntos del equipo de Ancelotti. “Cuando uno imagina un partido, a nivel colectivo y personal, siempre le gusta pensar lo mejor. Si tuviera la oportunidad de marcar, sería un factor para sumar. Pero no tengo eso en mente, sino ganar”, reveló Iniesta.
“No sé cómo jugarán ellos, pero nosotros tendremos que ser el Barcelona más que nunca, tener el balón y ser valientes. Puede salir mal, pero no podemos pensar o volver con la sensación de que nos ha faltado algo por hacer”, señaló. Tener el balón en el Barça, por lo menos en el equipo de Martino, pasa por juntar a los cuatro medios sobre el césped y alrededor de Messi, quizá también de Neymar por el flanco derecho, como hicieron frente al City. Eso deja a Iniesta como extremo izquierdo, lugar donde torció el gesto pero que ha terminado por aceptar. “Mi posición natural es la de interior. Ahí es donde me encuentro más cómodo, pero mi obligación es jugar donde me ponga el entrenador”, recalcó entonces. Ahora, sin embargo, no se le escucha queja alguna, sino que asume como nunca su papel en el equipo, consciente de que el Barça necesita servidumbres antes que egos.
“Está implicado como nunca”, apuntan desde el vestuario. El capitán Puyol se marcha y hace las maletas Valdés, su mejor amigo, mientras se sisea que Xavi podría dejar el club porque tiene una oferta del soccer. “No veo que deba dar un paso adelante si soy más capitán el año que viene. Será un año más de experiencia y bienvenido sea. Pero estoy acostumbrado a jugar aquí, a hacer lo de siempre”, señala el 8, dispuesto a asumir responsabilidades. Fue el primero en defender la gestión de Martino —“estamos a muerte con él”, dijo— tras la derrota en San Sebastián, convertido en la voz del vestuario de un equipo que le respeta por lo que se suma y representa. “Andrés es un grande y lo ha demostrado mil veces”, asegura Pedro. “Siempre aparece para pedirla. Y cuando se la das, sabes que algo mejor de lo que tienes puede suceder”, sostiene Xavi, su gran pareja de baile.
La impronta de Iniesta en el equipo se ha visto multiplicada en las últimas fechas al superar una situación familiar delicada por la pérdida de un niño en gestación. “Nos ha dado una lección de madurez y de cómo afrontar los problemas”, revelan desde el vestuario, preocupados como estaban al igual que el club. Incluso Martino no ha dudado en señalarle como el futbolista más en forma de 2014. “Cada año tiene momentos buenos y no tan buenos, y este no es una excepción”, argumentó; “pero me encuentro muy bien y es para lo que me entreno, me cuido y vivo. Cuando encuentras un buen pico de forma, hay que mantenerlo”. Una forma que expresó en la jornada pasada, con un golazo desde fuera del área y con la zurda, su segunda diana en la temporada después del penalti convertido al Granada.
Le falta a Iniesta, en cualquier caso, ser el protagonista de un clásico, el hombre recordado. Laurel que tienen Messi, por supuesto, Ronaldinho y sus zigzagueos, Puyol con su cabezazo, Piqué con la guinda del 2-6, Xavi y su vaselina, e incluso Pedro y Alexis con sus goles. Aunque en su currículo figura una ovación del Bernabéu, en el amistoso de febrero de 2011 entre España y Colombia. Suma Iniesta 27 duelos ante el Madrid (17 de Liga, cinco de Copa, cuatro de Supercopa y uno de Champions), un total de 2.173 minutos y un solo gol, en el Camp Nou, el 17 de agosto de 2011 en la vuelta de la Supercopa. Pero le falta esa fotografía por colgar en sus bodegas de Fuentealbilla.
“Me costaría creer que hay aficionados que no nos ven capaces de ganar en el Bernabéu. Este equipo se ha ganado el derecho a que se crea en él”. E Iniesta, de paso, a pensar que cobrará esa factura pendiente en el Bernabéu.
