Frente al Betis, el Barça volvió a sacar a relucir los malos hábitos que le costaron un disgusto en Anoeta y Zorrilla, tan solo dos factores como el escenario y el rival, evitaron que la “pájara” sufrida frente a los andaluces pasara a a mayores. Los azulgranas son sabedores de que en los partidos asequibles en el Camp Nou, pueden dejar de apretar el acelerador sin demasiado miedo a no obtener la victoria, dejándonos encuentros en la retina pobres en cuanto a juego e intensidad, y que de no ser por la poca calidad del contrario, perfectamente podrían acabar en tragedia. El Betis descenderá irremediablemente a segunda división siendo muy superior a varios de los equipos que militan en la zona baja de la tabla, pero un año plagado de incongruencias y errores no forzados, ha terminado por sentenciar a una plantilla y a una afición, que no imaginaban este desenlace a principio de temporada.
Lo cierto es que la jornada del sábado incordiaba en demasía, si bien el Atlético debía mantener la mente centrada en su compromiso liguero, ante la gesta que están llevando a cabo este año, en Can Barça la cosa era muy distinta. El seguidor culé vivía una jornada demócrata en las urnas, dejando de lado un partido tan importante para el devenir de la Liga, como poco atractivo a los ojos del aficionado, y el equipo por su parte se encontraba con un choque frente al colista, a poco más de 96 horas de jugarse media Champions en un estadio como el Vicente Calderón, encontrando excusa para dejarse ir entregando la suerte del partido a la voluntad divina y al flojo nivel del rival.
El calendario ha querido que fuera el último clasificado, el que visitara el Camp Nou en una fecha tan poco oportuna para los intereses azulgranas, y podemos dar gracias por ello, puesto que la visita de un equipo con cara y ojos, podría haber malgastado el comodín del empate del que goza el Barça hasta la última jornada de Liga. Es evidente que los hombres de Gerardo Martino mostrarán un cara muy distinta, en el transcendental choque del próximo miércoles en Madrid, no obstante una victoria clara y holgada ante un equipo desquiciado como el Betis, hubiera sido mucho más alentadora que un partido donde una de las mejores delanteras del mundo, tan solo fue capaz de perforar la portería del colista de la Liga española a través de dos penaltis y un tanto en propio meta. Como un islote en medio de un oceano de partidos vitales para el desenlace de la temporada, el choque ante los andaluces no nos ha servido para darnos un respiro, puesto que antes de agarrarnos los machos frente a Atlético en Champions y a Real Madrid en Copa, el que debía ser un encuentro plácido frente a un equipo desahuciado, se convirtió por momentos en un cúmulo de despropósitos digno del bombero torero.
!!Penalty claro!!
Con los dos que le fueron señalados frente al Betis, el Barça ha dispuesto de cinco penaltys en cuatro jornadas de Liga, algo ante lo que se han frotado las manos y de que manera, los encargados de llenar periódicos y programas de televisión con injurias e infamias para cargar contra el conjunto azulgrana. Después de años y años en los que los defensas rivales podían rozar el homicidio dentro del área sin que el colegiado de turno lo entendiera como punible, parece que durante algunos días los árbitros han substituido su vara de medir por una mucho más exacta y precisa. Obviamente, para As, Marca, Tiki-Taka o “El Chiringuito” la palabra Villarato ha tomado más fuerza si cabe en las últimas semanas, si según ellos ha existido hasta hace bien poco, su cruzada contra los colegiados a raíz de los acontecimientos, puede sobrepasar peligrosamente la línea de lo denunciable.
La reflexión
Olvidemos lo visto frente al Betis. Quedémonos con el Barça que se dejó la piel el pasado martes en el Camp Nou y que nos recordó al equipo que destilaba fútbol por los cuatro costados en los mejores años de la historia del club. Ese Barça puede aspirar a todo, incluso a ganar en un estadio donde nadie lo ha logrado en Liga ni en Champions, el único pero es que a diferencia de otros años, la mejor versión de este equipo no te asegura la clasificación para semifinales, puesto que si el Atlético también roza la excelencia, puede pasar cualquier cosa. En cualquier caso el momento de la verdad ha llegado, el Calderón nos espera, el bombo de “semis” esperemos que también.
