Se jugó durante setenta minutos a lo que el Atlético quiso. Mientras le aguantó el físico para presionar -y especialmente mientras tuvo a Diego Costa-, el cuadro de Simeone fue más agresivo que en los duelos anteriores ante el Barcelona, robando muy arriba y jugando en campo contrario bastante más de lo esperado. El ex entrenador de Estudiantes cambió de lado a sus dos centrocampistas de banda, procurando que Koke ayudara a Filipe Luis en la difícil tarea de defender a Neymar y a Daniel Alves. Con un Gabi inconmensurable formando la pareja de medios centros con Tiago, el cuadro colchonero atascó al azulgrana como pocos lo han logrado en el Camp Nou: no se le recuerda al Barça un primer tiempo en casa con tan pocas ocasiones y con ocasiones tan poco claras.
Aunque Martino perdió a Piqué por lesión muy pronto, la baja del central catalán no se notó demasiado, ya que Marc Bartra estuvo a un nivel soberbio, poniendo de actualidad de nuevo la pregunta que nos hacíamos a principio de temporada (¿por qué no juega más?), cuando en octubre tuvo continuidad debido a las ausencias de los compañeros y pareció estar mejor que los habituales titulares. Aunque Diego Ribas, el hombre que suplió al también lesionado Diego Costa, marcó un golazo en el segundo tiempo, el contratiempo del delantero hispano-brasileño sí tuvo más peso estructural en el guión del partido (sin él, el Atlético robó menos balones en el último tercio y defendió más atrás). De todos modos, y aunque a medida que avanzaban los minutos el Barça aumentaba su posesión de balón y jugaba más cerca del área rival, el Atlético resistía con solvencia. Incluso se puso por delante en una acción que resume bien una de las facetas del juego en las que el cuadro de Martino es inferior al actual líder de la liga: la actitud sin la pelota. Los madrileños sacaron una falta en corto, Diego recibió libre en campo rival, y cuando Xavi llegó para cubrirlo, el brasileño se lo sacó de encima con un cambio de ritmo no extraordinariamente intenso. Lo que sí fue extraordinario fue su golpeo de balón. 0-1 y contexto perfecto para el contragolpe de Simeone (perfecto salvo, claro está, por la ausencia de Diego Costa).
El Barça se encontraba ante un muro. Las pocas veces que podía disparar desde fuera del área, Courtois respondía con agilidad. Messi no entraba en juego, Fàbregas tampoco. Por dentro era imposible. Mediada la segunda parte, el cuadro azulgrana se encontraba ante el siguiente panorama:
No parecía haber respuesta. Martino mandó a Neymar a la izquierda, el lado en el que se siente más cómodo, y a los pocos minutos retiró a Fàbregas -discretísimo- para dar entrada a Alexis y situar de este modo a Iniesta donde más brilla: por dentro. Simeone también hizo un cambio: quitó a Villa y ubicó a Sosa en la derecha, reforzando el medio con Koke como tercer centrocampista y cambiando a Arda al costado izquierdo. El empate tuvo mucho que ver con esos movimientos. Alexis robó un balón por detrás al turco, que iniciaba una conducción desde campo propio. Busquets recogió la pelota, y con una gran maniobra, se libró de Koke y de Tiago, que habían ido a por él. Se la entregó a Iniesta, y el manchego aprovechó el trabajo de sus dos compañeros para convertir en un pase magistral el espacio y el tiempo suplementario que le habían proporcionado. Cuando vio conducir a Iniesta, Juanfran se fue hacia esa zona y se olvidó de Neymar, que entrando en diagonal como tantas veces en su carrera aceptó la invitación y la cruzó con la derecha. 1-1 y los dos goles de ex jugadores del Santos.
Representación aproximada de la situación de los jugadores en el campo en la acción del 1-1:
Fueron sólo veinte minutos los de preponderancia azulgrana, pero pudieron bastarle al cuadro de Martino para viajar al Calderón con ventaja. Courtois lo evitó con un par de manos prodigiosas. El resultado favorece al Atlético, que no tendrá ninguna necesidad de abrirse en su estadio y podrá plantear el encuentro al contragolpe. Viendo cómo acabó el asunto, resulta complicado pensar que el técnico rosarino no vaya a iniciar el choque de vuelta con Neymar en la izquierda e Iniesta en el medio.


