Mala suerte o no, el salto de Fernando Alonso a Ferrari coincide con una de las mayores épocas de cambios en la fórmula uno. A continuación repasamos esos cambios y la trayectoria del asturiano en el equipo de Maranello.
Como principales novedades, se incluye la prohibición de realizar entrenamientos privados de equipos durante la temporada en curso (sólo los oficiales estipulados por la FIA). También se prohiben los repostajes en carrera, se acabó la batalla de las cargas de gasolina para la “pole-position” y aquellos cálculos tanto de los equipos como nuestros. Otros cambios serían el hecho de que cada piloto debería tomar la salida en la carrera del domingo con el juego de neumáticos con el que consigan el mejor tiempo en la Q3. Por último, se cambia el sistema de puntuación, primando la FIA ahora más la victoria, dotando de 25 puntos al vencedor de cada Gran Premio. En lo deportivo, el 2010 no podría haber comenzado de manera más prometedora para Ferrari al conseguir un doblete en Bahrein. Poco a poco el rendimiento de Fernando y Felipe se fue distanciando y el español comenzó a “comerse” al brasileño. Fernando completó uno de sus mejores temporadas con un coche inferior a los RedBull de Vettel y Webber, ganando además de en Bahrein, en Alemania, Italia, Singapur y Corea. Consiguió ganar con Ferrari en casa, hizo tronar el himno italiano en Monza. Ferrari llegó con opciones de conseguir su decimosexto título de pilotos a la última prueba en Abu-Dhabi. El resto ya lo conocemos, el alerón trasero de Vitaly Petrov, ó el ya legendario “Fernando, sabemos del talento que tienes, demuéstralo” de Andrea Stela. Sea como fuere, Ferrari picó en el anzuelo de RedBull, Webber entró en boxes, Alonso copió la estrategia y entró detrás del australiano. Para ese entonces, Vettel ya volaba para proclamarse por primera vez campeón del mundo, el tercero en discordia se alzaba con la gloria. Caras largas en el box de Ferrari y Alonso que salía a la palestra para defender públicamente a los hombres de rojo, algo casi impensable hoy en día.
En la temporada siguiente, el dominio de RedBull se hizo aún mayor. Año en el que se introdujo el ya famoso “DRS” para intentar facilitar los adelantamientos y dotar de un plus de emoción a la fórmula uno. Año también en el que Pirelli sustituía a Bridgestone como suministrador de neumáticos y con esto, comenzaría un sin fin de polémicas en cuanto al rendimiento o la seguridad de las gomas y que aún, hoy en día, se mantienen. Vettel y RedBull arrasaban y ya en el Gran Premio de Japón el alemán se proclamaba bicampeón del mundo.
2012, Otro año de magia. Fernando volvió a conseguir plantar cara a Vettel con un Ferrari claramente inferior en cuanto a prestaciones se refiere. Dos son, para mí, los momentos estelares de esta temporada. El primero de ellos, la victoria de Alonso en el Gran Premio de Europa celebrado en el “Valencia street circuit”. Problemas en la sesión clasificatoria del sábado hacían que Fernando quedase eliminado en la Q2. Pese a este primer contratiempo, Alonso prometía lucha y al día siguiente nos regalaría una auténtica obra de arte. Adelantamientos casi imposibles, el abandono de Vettel, lances de carrera y un Safety Car hacían que el español se coronase en casa. Épico. Sonaba el himno de España en el puerto de Valencia y un Fernando Alonso emocionado no podía aguantar las lágrimas. Ovación del público para el autor de una de las mejores victorias de la fórmula uno moderna. El resto de la temporada fue casi perfecta y Alonso volvió a llegar con opciones de ser campeón a la última carrera, esta vez en el circuito de Interlagos, Brasil. Ese día se rozó la gloria en Ferrari al mismo tiempo que se mascaba la tragedia en RedBull. Se daba la salida, la pista húmeda daba un plus de emoción a una situación de extrema tensión y en la segunda curva un Vettel rezagado hasta mitad de parrilla era golpeado, tocado y rematado. El RedBull se quedaba durante unos segundos trompeado mirando en dirección contraria. El alemán se reincorporaba a la carrera pero los mensajes por radio no hacían presagiar nada bueno en el muro de Ferrari, “chicos me han golpeado, creo que el coche esta roto” decía el alemán, momento en el que realización de carrera enfocaba la cara de estupor de Dasha, pareja de Fernando y es que por ese entonces el asturiano daba cuenta de Massa y Webber y era campeón virtual. Antonio Lobato se desgañitaba, nosotros nos levantábamos de las sillas y Vettel empezaba a apretar los dientes, no se le podía escapar el campeonato de aquella manera. Pilotó sin fallos, remontando posiciones, RedBull gestionó perfectamente la estrategia en una carrera difícil, loca, de las que nadie quiere para jugarse un título. Vettel era tricampeón y miraba al cielo, quien sabe si quizás dando gracias al cristo del corcovado que esa tarde había bajado a saludarlo. Mientras unos ampliaban su leyenda en las páginas de la historia de este deporte, Fernando Alonso, volvía a irse de una última carrera de vacío pero sabiendo del trabajo bien hecho.
Temporada 2013. La despedida de Felipe Massa de Ferrari, constantemente superado por su compañero. Esa temporada, dos victorias y siete podios para Alonso pero otra vez el alemán, otra vez RedBull y otra vez el diseño de Adrian Newey, una cadena de victorias prácticamente sin igual en la fórmula uno. Vettel era campeón con margen, en el GP de la India y sumaba cuatro títulos de manera consecutiva. Estaba solamente a uno de igualar a su compatriota Michael Schumacher, el siete veces campeón del mundo quien consiguió cinco mundiales consecutivos con Ferrari entre los años 2000 y 2005.
Y por último este 2014. Otra vez llegan grandes cambios, un montón de especificaciones nuevas. El nuevo sistema ERS de recuperación de energía, ahora ya no se aprovechará la energía generada en las frenadas, sino que también la producida por el turbo y es que se pasa de los motores V8 a los V6 Turbo, pudiendo ganar alrededor de 120 cv extra en el tiempo que dura una vuelta al circuito. También se limitará el consumo de combustible, poniendo un máximo de 100 Kg por carrera. Todo este cambio de reglamentaciones ha hecho temblar los cimientos de RedBull y de su suministrador de motores, Renault. Mercedes les ha comido tostada, nadie los ha conseguido vencer en potencia pura y dura. En defensa tanto de RedBull como de Ferrari se ha de decir que los diseños aerodinámicos no son malos y esto ha quedado demostrado en circuitos en donde la potencia no es tan vital, obteniendo resultados aceptables, sobre todo Daniel Ricciardo, quien suma ya tres victorias y quien contra todo pronóstico ha pasado por encima de Sebastian Vettel en buena parte de la temporada. Ferrari otra vez atrás, Fernando otra vez por encima tanto del equipo como de su compañero y la prensa italiana estallando recientemente contra el español, ¿surrealista la situación, verdad? pues pura realidad, en Marenello parecen haber olvidado como hacer un coche competitivo, y reglamento nuevo, especificaciones nuevas aparte o cambios continuos, en alguna parte de Italia empieza a escocer que uno de los mejores pilotos de la última década, sino el mejor, saque a la luz constantemente las carencias de un equipo de leyenda. Cuánto le deben Ferrari, Italia y los tifosi a Fernando, cuánto le debemos todos los aficionados a este deporte. Mágico.